Sunday, November 07, 2004

resolución

Mi niña…

Me queda más que claro que a nada vamos a llegar hablando o discutiendo o viéndonos. Es hora de cerrar el ciclo mi amor, y qué mejor que justo en esta época: 365 días después del principio de todo.

¿Sabes? descubrí que, en efecto tienes la razón, eres grande, pero eso es por culpa mía porque fomenté alimentar ese ego inmenso que tienes. Así que mejor, de ahora en adelante te quitaré esa diversión, esa remota posibilidad de fortalecerte para que puedas seguir viéndote al espejo como ese ente sin sombra que eres, tan sola a conciencia, que aleja a los suyos (los que de verdad la quieren) para nunca más volver. Pobrecita de ti, que usas y desechas, que tienes que recurrir a fortalecerte de esta manera, creando un ser de cualidades monstruosas para infundir terror. Pobrecita, pero a mí ya no me sorprendes. Puedo ver en ti toda esa inseguridad y fragilidad que permanentemente escondes, sólo hay que ver cómo hurgas en tus conquistas del pasado para reconstruirte y aún así no puedes…

Pero lo mejor de todo es que tu ego, aunque no lo creas, alimenta el mío. Pobre de ti que necesitaste verme en tu Messenger otra vez… y aunque digas y creas que soy yo el que te necesita, se perfectamente que en realidad eres tú quien no puede olvidarme. Nietszche decía: "Las cosas más maravillosas deben tener primero mascaras aterradoras para quedarse grabadas en el corazón de la humanidad" así que, mi autodenominada “monstruo”, devastador, monstruo torvo, sorbo del malogro y de lo pornodrástico… gracias por hacerme sentir tan importante, gracias por pretender ser en mi tan maravillosa; lo has conseguido…

Es verdaderamente cagado como tu auto-programación es tan evidente. Eres el resultado de tu propio ingenio, una cosa muy bien calculada, un delirio paranoide, como la caja idiota que tanto odias y la nueva oleada de reality shows. Y no más. Tan sólo eres eso, una personificación del licuado de tu propia biblioteca de bolsillo, una improvisación barata del devenir, pero nada más, un lookalike, un wannabe, pero no más. Re-pensándolo, Janet no es nadie, ni siquiera es una persona, ¡es un vampiro! Paradójicamente no eres más que un personaje de un libro que todos y nadie ha escrito y probablemente no seré yo quien quiera llevarlo a la posteridad para no engrandecerte: Tan sólo eres el amor de mi vida y no más.

Es muy fácil. El día que me hagas falta sólo necesitaré desembolsar unos centavos para tenerte en casa. Te leeré, lolita; te cantaré, alicia, en nuestro propio wonderland; te veré, amorosa con la mano en el sexo; te contemplaré de noche, amarga luna; te imaginaré brillando, aura, jajaja, te amaré por siempre… Janet

Este mensaje no es para quedar mal, ni siquiera es para ofenderte ni insultarte, es para marcar un hito, es una diplomática forma de decirte adiós, a tu altura, porque de ahora en adelante, lo único que quiero darte después de las gracias por tantos momentos tan cargados de intensidad, tan llenos de maneras impresentables para la etiqueta sentimental, es invariablemente, un puñado raso de generosa indiferencia…

Adiós.